La extinción de los cactus

. lunes, 12 de octubre de 2009
  • Agregar a Technorati
  • Agregar a Del.icio.us
  • Agregar a DiggIt!
  • Agregar a Yahoo!
  • Agregar a Google
  • Agregar a Meneame
  • Agregar a Furl
  • Agregar a Reddit
  • Agregar a Magnolia
  • Agregar a Blinklist
  • Agregar a Blogmarks

Conrado Tostado y Marcelo Abramo, La extinción de los cactus (2002)


Son muchas las especies de cactus que ya no existen en México; otras están por desaparecer. Al igual que sucede con diversas familias de la flora mexicana, las cactáceas también se extinguen antes de que los científicos las estudien y descubran sus múltiples cualidades; muchas especies han dejado de existir sin que sepamos qué riquezas perdimos con su desaparición. En el caso de los cactus, esto es muy grave, pues se sospecha que su potencial económico, aún poco estudiado, es inmenso.

[...]

La doctora Leia Scheinvar señala tres causas principales de la extinción de los cactus: el pastoreo, principalmente el de cabras, las que, según ella, "deberían ser exterminadas de México; otros animales incluso ayudan a la propagación vegetativa de los cactus: retiran las espinas, comen un poco de la médula y dejan intacto el resto de la planta. De esa herida brota una nueva yema. Los japoneses usan un método similar para la propagación de cactus globosos: seccionan la parte superior y la injertan, mientras la parte inferior se multiplica vegetativamente. Las cabras, en cambio, comen la planta desde la raíz".

Otra causa importante son las prácticas agrícolas, principalmente la roza y quema de terrenos vírgenes. Para aminorar los efectos de estas dos fuentes de destrucción, la doctora Scheinvar concibió el proyecto de crear reservas de cactus. Ella propone que se asignen terrenos para la conservación de cactus en zonas estratégicas y que al mismo tiempo "se haga campaña entre los campesinos para que antes de comenzar a limpiar sus terrenos avisen a los encargados de las reservas y puedan ir ellos a recolectar los ejemplares amenazados".

La tercera causa citada por la doctora Scheinvar es menos inocente y por ello más escandalosa: el saqueo.

"Los saqueadores de cactus son una verdadera plaga". Los más dañinos son "ciertos grupos de turistas que vienen de Suiza, Alemania, Japón, California..., con un propósito bien definido: recolectar cactus. Esos grupos vienen guiados por personas que traen listas de varias localidades y de las especies que van a encontrar en cada una. El grupo de turistas llega a un sitio y se lleva miles de cactus; parte y llega a otro sitio, donde repite su operación y así sucesivamente. Es una tragedia".

Manuel Rivas, coleccionista de cactus, nos cuenta que "no hace mucho tiempo detuvieron a un grupo de cactólogos japoneses que venían ya provistos de mapas de las zonas de mayor interés cactológico. Ya habían recolectado un gran número de suculentas en varias localidades del país. Fueron encarcelados y las plantas decomisadas se distribuyeron a distintas instituciones mexicanas". Esas excursiones se organizan en las diversas "sociedades de amigos de los cactus", comunes en Europa.

Otros saqueadores son los comerciantes de flores: van a las zonas donde se dan los cactus con mayor valor comercial y acaban con poblaciones enteras. "En una ocasión -cuenta la doctora Scheinvar- descubrimos cerca de Tolimán, en Querétaro, una planta de una especie muy rara que se creía extinta en el país. Contentos con nuestro hallazgo, lo comentamos con otras personas. Tiempo después, una alumna mía que vive en la región me contó que llegó un camión un día y se llevó todas las plantas. Hice un viaje especial sólo para constatar el hecho y era verdad: no encontramos ni un solo ejemplar".

Lo único que preserva actualmente a muchas especies de cactus es el aislamiento en el que aún están grandes zonas del país. Debemos reconocer que esta situación también se debe, en mucho, a nuestro desinterés por los cactus. Ciertas variedades mexicanas cuestan más de 100 dólares en el extranjero; los floricultores suelen pagar a 10 dólares el lote de 10 semillas de cactus mexicanos. Pero aquí, tal vez porque estamos acostumbrados a verlos, preferimos, como dice el señor Rivas, "una violeta africana, porque es africana, a criar un cactus".

Este desinterés se manifiesta abiertamente en los comentarios de algunos visitantes de la colección del señor Rivas: "A menudo las personas que me visitan se asombran de la gran cantidad de cactus que ven aquí y me preguntan por qué guardo tantos nopales. 'No son nopales', les contesto yo, _son plantas de muchos tipos'. 'Pues no', me dicen ellos, 'para mí todos son nopales'".

2 comentarios:

Rosan dijo...

Oi Jesús.
é verdade isto, os cactus estão mesmo em instinção, e não é so no México, aqui no Brasil, não é diferente.
Moro no sul e aqui tembém tem as ovelhas que comem os cactus, e os vendedores de plantas então nem se fala.
As espécimes do norte vem trazidas pelos camioneiros que compram barato na beira da estrada, estes ao menos não são perdidos pois sei de muita gente aqui que compra dos motoristas para ter em casa e cuidam bem dos exemplares e fazem até propagaçãopor sementes.
mas sei de um cactu de nosso país que não se encontra mais.. agora para telo temos que importa-lo dos EUA... e fica a pergunta, como eles tem para vender um cactu nativo do nosso pais quw aqui não tem mais ?
e assim se segue... acho que aqui as pessoas não se importam com as coisas que temos vejo total descaso, e depois me dizem que é proibido enviar exemplares próprios para fora do pais...
e destruir pode?
desculpa minha indignação...
beijo.

Jesús García dijo...

Hola Rosan,
Desde que me sumergí en el apasionante mundo de las plantas suculentas, he ido descubriendo algunos de los aspectos que no se muestran a simple vista, y el tema de la extinción de los cactus en sus hábitats naturales es uno de los más preocupantes.
Por un lado se extinguen en sus lugares de vida naturales, y por otro se extiende el cultivo de especies en los países receptores de plantas y semillas, principalmente en Europa y EEUU de Norteamérica. Uno de los problemas que más me ha sorprendido es la ineficacia de los investigadores a la hora de dar a conocer la verdadera diversidad de especies de plantas cactáceas, y los cultivadores especializados no ayudan demasiado al sacar al mercado constantemente nuevas variedades cruzadas, que a menudo se confunden en publicaciones. De cualquier modo los que se encuentran en su hábitat natural están ahí, al menos por el momento.
Mercado, intereses económicos, caprichos de sociedades pudientes, ganadería extensiva y de subsistencia, saqueo organizado de turistas expedicionarios guiados por habitantes locales, saqueo por los propios habitantes locales, y destrucción de hábitats por otros motivos diversos son algunas de las amenazas que he podido comprobar que existen concretamente sobre los cactus americanos (sin tratar las suculentas africanas, que sufren lo mismo).
Hay algún modo de pararlo?
Los países que acogen las poblaciones naturales de cactus a menudo no disponen de los medios de control adecuados por escasez de medios y falta de desarrollo.
Sería interesante estudiar el impacto real del comercio exterior y del saqueo de aficionados sobre las poblaciones de cactus en América.
Desde mi posición como aficionado sin recursos, lo único que puedo hacer de momento es aprender, y preocuparme de que lo que compro en viveros son plantas lo suficientemente pequeñas como para que hayan sido cultivadas en Europa a partir de semillas, sin que ello genere un impacto ambiental lejos de donde habito.
Quizá con el tiempo me involucre algo más en defender a estas bellezas de la naturaleza.

Un saludo Rosan.

Para tomar consciencia...