LOS PRIMEROS CACTUS DE LA COLECCIÓN

Al igual que la Mammillaria que presenté al comienzo, estos son los primeros cactus de la colección. Salvo el último, que tiene unos seis años, los otros tres tienen unos doce. Todos sufrieron el mismo daño del alargamiento y la quemadura que comenté, y en todos se nota la marca, a excepción del Ferocactus, que padeció algo menos y por el crecimiento propio de esta especie la ha escondido.

Pero en los dos columnares el daño ha provocado un estrangulamiento del tallo en la zona quemada, lo que no ha producido de momento un fallo en el soporte por el peso que han ido adquiriendo al crecer.

En el caso de la Mammillaria elongata, el aspecto de la planta ha variado mucho desde que la adquirí. Al comienzo era solamente un pequeño tallo vertical de unos ocho centímetros, rodeado en la base de unos ocho o diez glóbulos o tallos en fase de brote, era bastante curioso. fue creciendo lentamente de forma regular manteniendo esa estructura, hasta que el alargamiento provocado por la oscuridad a que estuvo sometido hizo que los tallos crecieran tanto (casi diez centímetros en un mes) y tan débiles que difícilmente eran capaces de sostenerse verticalmente. Lo intenté durante bastante tiempo sujetándolos unos a otros enganchándolos de las espinas, pero finalmente el crecimiento posterior hizo que la planta tomara un aspecto colgante. He acabado por asumir que es propio de su naturaleza... y la verdad es que me gusta bastante. Este cactus fue el que menos daño sufrió por el sol.

Las macetas de plástico tienen unos doce centímetros de diámetro, para tener una idea del tamaño de estos cactus.